El sector del almacenamiento energético ha ido evolucionando a lo largo del tiempo para ser más eficiente y más sostenible. Hoy hablamos con una especialista en el tema Silvia Bodoardo, que lleva casi 34 años impartiendo clases e investigando en el campo de la electroquímica y las baterías en el Politécnico de Turín, coordinador en el proyecto GIGAGREEN, en el que desde CETIM también participamos.

1. ¿Cuándo empezó tu interés por investigar en este ámbito y por qué?

Creo sinceramente que la curiosidad empezó durante los primeros años de mis estudios universitarios y, en particular, durante mi tesis, porque quería comprender mejor los procesos con los que se desarrollaban determinadas reacciones químicas. Además, la oportunidad de contactar con investigadores de gran importancia internacional fue un gran impulso para seguir en esta dirección.

2. A lo largo de tu trayectoria profesional, has podido ver de cerca la evolución del sector del almacenamiento energético. ¿Cómo ha sido esta evolución y qué grandes cambios destacarías?

Desde que trabajo en el sector del almacenamiento energético hace varias décadas, la evolución ha sido extraordinaria. Desde mi tesis doctoral sobre las baterías alcalinas hasta los avanzados sistemas de iones de litio de hoy en día, pasando por los post Li-ion, los avances han sido extraordinarios en cuanto a propiedades, pero sobre todo en cuanto a la capacidad de entender estos sistemas hasta los aspectos nanotecnológicos.

3. Recientemente has sido galardonada con el premio ‘Battery Stars’ de Batteries European Partnership Association (BEPA), ¿qué significa para ti haber recibido este reconocimiento?

Ha sido un gran honor para mí recibir este premio, un gran reconocimiento a muchos años de trabajo y también para la comunidad del sector del almacenamiento electroquímico. Además, espero que mi trabajo ayude a concienciar a las futuras generaciones de las grandes oportunidades existentes en el almacenamiento energético, un sector que debe ser sostenible y, sobre todo, muy eficiente.

4. La investigación, la ciencia y la innovación son tres pilares fundamentales para el Politécnico de Turín y también para CETIM. ¿Crees que, gracias a la investigación, la ciencia y la innovación, podremos alcanzar la electromovilidad sostenible?

Absolutamente. Este es uno de los pilares del proyecto de GIGAGREEN que nos involucra de forma común. La movilidad eléctrica nos permite reducir significativamente las emisiones, y si la producción de baterías se realiza de forma sostenible, además del uso de energías renovables, podremos avanzar hacia la máxima sostenibilidad. Además, la posibilidad de utilizar materias primas no críticas, y sobre todo de reciclarlas, incrementa considerablemente todos estos aspectos que son importantes para nosotros.

5. Actualmente colaboramos en el proyecto GIGAGREEN junto a otros 15 socios, entre ellos el Politécnico de Turín. ¿Por qué crees que es importante la colaboración entre Centros Tecnológicos, Universidades y empresas?

La posibilidad de trabajar juntos en proyectos con una visión internacional y, sobre todo, con enfoques muy diferentes, brinda a todas las personas involucradas la oportunidad de crecer mucho, especialmente de forma multidisciplinar y de completarse en aquellos aspectos que no están exclusivamente vinculados a su propio know how.

6. ¿Cuáles crees que son los retos que tendremos que superar en el sector de la movilidad sostenible para alcanzar la neutralidad climática en 2050?

Lo primero que necesitamos es aumentar el conocimiento en el sector del almacenamiento energético y, sobre todo, concienciar de la importancia de avanzar hacia sistemas más limpios para mejorar los problemas ambientales, que ahora se han vuelto muy críticos.

7. ¿Crees que proyectos como GIGAGREEN pueden contribuir a superar los desafíos presentes y futuros del sector de la energía?

Evidentemente, GIGAGREEN no podrá resolver todos los problemas, pero podrá contribuir a ir en la dirección correcta, ya que el objetivo del proyecto es eliminar los aspectos críticos de la producción de celdas, además de proponer innovaciones importantes para celdas sostenibles producidas con bajo consumo de energía. Por último, las celdas producidas en este proyecto también garantizan propiedades que son, sin duda, superiores a las que existen actualmente en el mercado.

EN DETALLE El Politécnico de Turín fue la primera escuela de ingeniería italiana creada para promover la investigación, la ciencia y la innovación. Fundado en 1906, la Universidad integra los principios de la sostenibilidad en todas sus actividades. Ejemplo de ello, es la Red Italiana de Universidades para el Desarrollo Sostenible, que preside, y el Grupo de Trabajo RUS dedicado a las cuestiones de movilidad, que dirige.